SE VA EL VERANO Y VUELVEN LAS MANCHAS
Llega septiembre y con él las secuelas que ha dejado en nuestra piel el verano, las manchas. Nos encanta vernos morenas, tumbarnos en la orilla de la playa, relajarnos tomando el sol para finalmente lucir un buen bronceado.
Pero los excesos de sol y su falta de protección causan daños en nuestra piel que, aunque no sean visibles a edades tempranas sí que se reflejan con el tiempo, las manchas son uno de esos principales daños.
Y sí, es verdad que durante los meses de invierno uno de los tratamientos más demandados en nuestros centros son las manchas faciales, pero, aunque las corrijamos y eliminemos cuando nuestras clientas vuelven del verano traen con ellas esas manchas. ¿Cuál es la causa? ¡¡Si las habíamos eliminado!!
Primero debemos de tener en cuenta que hay diferentes tipos de manchas y diferentes causas que las originan, pero todas tienen en común una célula, el melanocito.
Es el encargado de generar la melanina y pigmentar no solo la piel también el pelo, al exponernos al sol nuestra piel esta se protege estimulando la producción de melanina y así evitar daños, es cierto que las tomas de sol son beneficiosas ya que nos ayudan a sintetizar vitamina D, pero con 5-10 minutos al día tendríamos bastante.
En verano esos 5-10 minutos se convierten en horas y muchas veces con una protección solar inadecuada, esto lleva a la sobreestimulación del melanocito y a una producción mayor de melanina.
Las manchas que encontramos además de un factor hormonal, genético, fotosensibilizante…tienen que ver con un aumento de producción de melanina en un área concreta o con un aumento de tamaño del melanocito.
Es por ello que, aunque tratemos la piel y despigmentemos la epidermis cuando la piel se vuelve a exponer al sol el melanocito vuelve a pigmentar el área volviendo a instaurar la mancha.
Es muy importante ser consciente que el tratamiento de las manchas comienza por una prevención en una edad temprana, usar protector solar no solo para la exposición sino diariamente, evitar las horas de mayor índice solar y durante el verano no olvidar su mantenimiento y cuidado.
Es cierto que los tratamientos despigmentantes como ácidos o láser están contraindicados en esta época, pero podemos mantener la pigmentación a ralla con sustancias como el acido kojico siempre que usemos correctamente el protector solar.
Una vez finalizado el verano podemos volver a tratar nuestra piel con peeling químicos o microdermoabrasión para reducir su engrosamiento, con fotorejuvenecimiento ya sea con láser o con IPL para tratar las manchas y mejorar la luminosidad y arrugas.
Pero lo realmente importante es aprender a cuidar nuestra piel y recordar que ella guarda memoria de todas las agresiones que recibe y si queremos lucir una piel joven hay que cuidarla y tratarla correctamente y así poder decir: ¡adiós manchas! Definitivamente.
Déjate Crecerte Bien.