PIEL SENSIBLE
De entre los tipos de piel que existen, en esta ocasión vamos a ver que es una piel sensible, que la caracteriza, que cuidados debemos tener con ella y como podemos conseguir equilibrar y normalizar esta piel.
Como ya vimos en la webinar de qué tipo de piel tengo, una piel sensible se caracteriza por no ser ni mas grasa ni mas seca, lo que la caracteriza de sensible, es cómo reacciona a los cambios o estímulos internos y externos.
En conclusión, la piel sensible es la que reacciona de forma distinta a una piel normal, es decir, es hiperreactiva, ya que experimenta sensación de cosquilleo, calor (quemazón), hormigueo y picor, en algunos casos acompañadas de enrojecimiento; estos síntomas aparecen la mayoría de las veces de manera intermitente.
Estos síntomas aparecen debido a factores internos y externos que no deberían causar irritación en la piel, como los cambios bruscos de temperatura, el calor o el frio, los productos químicos de los cosméticos, jabones, agua del grifo, etc.
También encontramos factores psicológicos como el estrés o la ansiedad, cambios hormonales, el ciclo menstrual o la menopausia, e incluso si nuestros alimentos están muy condimentados.
Dentro de la piel sensible encontramos diversos grados, podemos encontrar pieles extremadamente sensibles, que llamaremos alérgicas, que son las que cualquier cosa les provoca sensibilidad o pieles que se sensibilizan de manera puntual, por estrés, un cosmético que no toleramos o incluso por la alimentación.
Estas alteraciones de la piel sensibles suelen tener dos causas principales, una disminución de la capa cornea, lo que provoca una disfunción de la función barrera protectora de la piel y esto facilita la penetración de agentes irritantes; y una alteración de la transmisión neuronal, lo que condiciona una disminución del umbral de tolerancia cutánea.
Tener una piel sensible es cada vez más frecuente, esta afecta más a las mujeres que a los hombres, las pieles claras tienen mayor predisposición a la sensibilidad, aunque en general el color de la piel no tiene relación directa con el grado de sensibilidad.
Una piel sensible puede ser también una manifestación de alguna patología clínica del rostro, como rosácea, eccema o dermatitis seborreica.
Una piel sensible en el día a día debe evitar al máximo las fuentes de agresión o factores que aumenten la sensibilidad de la piel, como la exposición al frio o al sol, la exposición solar aumenta la sensibilidad, con lo que hay que aplicar un buen protector solar siempre.
En cuanto a los cosméticos de nuestra rutina diaria deberemos excluir productos irritantes y cosméticos agresivos, como los que contengan hidroxiácidos, treitinoina, retinol y los ácidos, ya que estos ingredientes suelen irritar la piel.
No se aconseja el uso de exfoliantes de grano grueso ni exfoliantes químicos, las cremas que no son aptas para la piel sensibles, que contengan perfumes, conservantes y tensioactivos.
Es aconsejable utilizar productos cosméticos suaves y no combinar muchos de ellos a la vez, la hidratación es fundamental para este tipo de piel, debemos incluir cosméticos protectores y calmantes.
Debemos incluir cosméticos que contengan aceites vegetales, con efectos nutritivos, calmantes, protectores o hidratantes, como el aceite de sésamo, de jojoba o el aceite de argán. Componentes del factor natural de hidratación como el glicerol, propilenglicol, sorbitol, ácido hialuronico, vitamina E, colágeno, elastina y urea.
A la hora de elegir el maquillaje, es mas recomendable usar bases tipo crema/polvo o bases liquidas sin siliconas o derivados, que sean específicos para pieles sensibles y que contengan activos calmantes.
Cuidar la piel sensible es muy importante para mantener el equilibrio cutáneo, debemos tener en cuenta que los tratamientos cutáneos deben ser los de alta tolerancia y que debemos aplicarlos con delicadeza sobre la piel.
Lavaremos el rostro con productos no agresivos preferiblemente que no se enjuaguen, si no es así, secaremos el rostro con cuidado, evitando frotar; optaremos por agua tibia, incluso cuando la sensibilidad este acentuada sustituiremos el agua del grifo por agua termal para limpiar el rostro.
Ante la duda de que tratamiento es el más adecuado para mi piel sensible, lo mas aconsejable es ir al dermatólogo para verificar que tenemos una piel sensible, cual es la posible causa y cual es el tipo de tratamiento mas adecuado para nuestra piel.