Necesidades de la piel a los 40
Las necesidades de la piel cambian conforme cumplimos años, saber cuidar nuestra piel adecuadamente es fundamental para que siga conservando un aspecto sano y bonito.
Hemos visto anteriormente los cambios de nuestra piel en la década de los 20 y en la de los 30, esta vez vamos a ir a la década de los 40, que cambios se producen y como podemos prevenirlos y combatirlos.
No se trata solo de encontrar la mejor crema para cada edad, también hay que adaptar nuestra rutina de belleza a las necesidades que van surgiendo, de hecho, cuando vamos a comprar una crema no nos preguntan por la edad que tenemos, sino que nos preguntan sobre los problemas que queremos tratar.
A los cuarenta empiezan a ser visibles los signos de la edad, aparecen las arrugas pronunciadas, la deshidratación y la perdida de elasticidad.
Todo lo que había comenzado a manifestarse anteriormente, se intensifica en esta edad.
Las arrugas, los surcos y las manchas son más visibles por la falta de vitamina A y vitamina E y de melanina. Además, es un periodo de cambios hormonales ya que se comienzan a apreciar las consecuencias de la premenopausia.
Lo que hace que a los cuarenta observemos un punto de inflexión en la calidad de nuestra piel, no podemos olvidar que la piel tiene memoria, por lo que con el paso de los años vamos acumulando daño solar y se manifiestan las consecuencias del ritmo de vida actual, la dieta poco equilibrada, cansancio y estrés.
El envejecimiento también depende de la genética, en función de la condición bilógica y hereditaria o la raza a la que pertenezcamos envejeceremos de distinta manera.
La clave para la rutina de belleza a esta edad es la constancia, con la edad el organismo pierde la capacidad natural de regenerar ciertas sustancias responsables de que la piel pierda firmeza, haciéndola menos tersa y apareciendo en ella manchas y arrugas.
La rutina de belleza es especialmente importante para que la piel no envejezca de forma prematura, una de nuestras mayores preocupaciones puede ser las manchas, pero también las arrugas empiezan a ser más evidentes.
La limpieza y la hidratación deben ser los pilares de nuestra rutina de belleza, pero tendremos que adaptar las cremas a las necesidades de nuestra piel, por ejemplo, el sérum tendremos que adaptarlo a estas nuevas necesidades incorporando uno reparador o con vitamina C.
La piel necesita sustancias activas que aporten una intensa hidratación, son altamente efectivas las vitaminas, los aceites vegetales y el extracto de algas que aportan elasticidad y vitalidad a la piel.
También debemos reforzar la crema de noche con principios activos como el colágeno, ácido hialuronico, vitamina C…, y de este modo sea más nutritiva.
Otro factor importante es el protector solar, sin el que no debemos salir de casa, aunque sea invierno y este nublado, en este momento seguro que somos mas conscientes de las manchas, porque nos puede haber salido alguna, pero el protector solar es un imprescindible para combatir el envejecimiento en todas las edades.